Roy Batty

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viernes, 11 de julio de 2014

Elección del Secretario General del PSOE

Este domingo día 13 de julio, los militantes del PSOE estamos llamados a ejercer nuestro derecho a voto para elegir al secretario general del partido. Es la primera vez en los 136 años de historia de este partido en la que sus militantes elegirán al que quieren que gobierne la organización en los próximos cuatro años. Con este hecho, el PSOE puede presumir de dar una auténtica lección de democracia a todos aquellos que se le llenan la boca de democracia y casta. Y dar lección a una derecha rancia, carpetovetónica, la cual nunca elegirá democráticamente a sus dirigentes sino con el tan manido dedo tan propio y heredero de formas dictatoriales. Se nos llena la boca con la palabra Constitución y hasta ahora no hemos sido capaces de poner en práctica el artículo 6 cuando dice que la estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos deberán ser democráticos.



A lo largo de estos días previos me he mantenido callado y silencioso, escuchando lo que tienen que decir los aspirantes a la secretaría general. Estamos ante un proceso inédito en la historia política de este país, proceso que ya no tiene vuelta atrás y debe prolongarse en primarias abiertas para elegir al candidato a la presidencia del gobierno. Con ello debemos corregir el alejamiento y la desafección producidos en los últimos años entre la ciudadanía y la clase política. Me sorprende escuchar a todos aquellos políticos y periodistas de la derechona criticando el debate entre los candidatos socialistas cuando lo que tendrían que hacer es alabar este tipo de iniciativas y que se extiendan en la clase política de este país. El ejercicio de autocrítica realizado en dicho debate sería inimaginable en la derecha de este país. El debate en sí me pareció un poco soso, demasiado rígido en cuanto a intervenciones y con preguntas preparadas. No está mal para empezar pero en próximos debates hay que evitar tantas rigideces y abrirse más, ser más espontáneos y responder a preguntas no preparadas.

Como decía, a lo largo de estos días he escuchado los mensajes de los candidatos y reconozco que no lo tengo claro. No hay muchas diferencias entre los candidatos. Es lógico pues pertenecen a un mismo partido. Será cuestión de matices. Iré a votar porque es una oportunidad histórica en la que el partido se abre a la participación y para no dar alas a los agoreros fascistas de siempre. No tengo claro mi elección y explicaré porqué.

Iré analizando los candidatos uno a uno, con los puntos, que a mi juicio, tienen tanto a favor como en contra, unos y otros.

Pedro Sánchez.

A favor. Es un advenedizo, por lo que en cierta medida es un soplo de aire fresco. No se puede decir que haya estado muy contaminado por la gestión anterior del gobierno socialista. Otra cosa son sus apoyos o compañías. Propone una vuelta a los ideales de izquierda; educación pública, sanidad pública, recuperación de los derechos sociales perdidos con el gobierno del PP, regeneración democrática y transparencia. Es economista socialdemócrata, que no socialista.

En contra. No me gusta que hayan salido en tromba en su apoyo todos los prebostes de la derecha mediática, gentuza tal como Inda, Marhuenda o Rojo, personas miserables y repugnantes que desean lo peor para el PSOE. Cuando esta gente se decanta de forma tan clara por uno y criminaliza a otro (Madina), me escama y me mosquea mucho por temor a usarlo como una marioneta. Por otro lado, no me gusta que Susana Díaz, de forma subrepticia haya apoyado a Sánchez ninguneando a Madina. No me gustan los aparatajes ni de Madrid, ni de Andalucía ni de nadie. Critica lo que se hizo con Bankia y las cajas y resulta que fue miembro de la Asamblea de Caja Madrid al ser concejal del Ayto de Madrid, y que yo sepa nunca votó en contra en las Asambleas de la Caja, sino que votaba con todo el grupo socialista. Bien es cierto que no cobraba por ser miembro de la Asamblea, pero no votó nunca en contra de las decisiones de la Caja, que ahora ha criticado tanto cómo se hizo y al que fuera gobernador del Banco de España, MAFO. Tampoco me gusta que se declare como un simple militante de base cuando es un diputado como él dice, raso. No todos los militantes de base somos diputados.

Eduardo Madina.

A favor. Fue el primero que pidió que votasen los militantes para elegir a su secretario general. Y esto le ha costado la oposición de Susana Díaz, poderosa caudilla andaluza. Igual que los otros dos candidatos propone una vuelta al ideal socialista y es muy crítico con determinadas posturas del partido cuando estuvo en el gobierno. Se declara sin ambages de izquierdas y propone regeneración ética, política y democrática en el partido. Nadie le puede dar lecciones de lucha contra el terrorismo y él como víctima que es nunca se ha aprovechado de ello, que podría hacerlo perfectamente. No me gusta el acoso y derribo o la criminalización ejercidos de muchos prebostes del partido contra él, como Susana Díaz o Bono, lo cual considero que es un punto a su favor. Que los señoritos de siempre, que los que están acomodados en el sillón del cargo oficial toda la vida, salgan en contra de Eduardo por haber propuesto que sea la militancia la que elija al secretario general y no los delegados a la carta enviados por las federaciones para elegir supuestamente por aclamación a una, es un punto a su favor. Y algunos y algunas no se lo perdonan.

En contra. Se declara candidato autónomo para huir de la etiqueta de candidato del aparato del partido. Es evidente que habrá gente del actual aparato que le vote, igual que otros se decantarán por Sánchez, y probablemente Rubalcaba le apoye, no en vano forma parte de la actual ejecutiva. Está abogando por quitar la puerta giratoria en aquellos políticos que vuelven a la empresa privada y resulta que a su mujer la colocaron en Telefónica, y no creo que fuera por concurso-oposición. Está abogando por la escuela y la educación pública y sus hijos van a una escuela privada. En este sentido, falta transparencia y coherencia con el mensaje que se ofrece. No debía haber pedido la procedencia de los avales de cada uno porque parece que das a entender que estás enfadado con las federaciones que no te han avalado mayoritariamente y das una imagen que cabrea a tu posible elector, te haya avalado o no. 

José Antonio Pérez Tapias.

A favor. Es el candidato que no engaña. Es el hombre tranquilo como diría John Ford. Si hubiera que definirlo en una palabra ésta sería coherencia. Votó en contra de la reforma exprés de la Constitución en septiembre de 2011 cuando era diputado. Todo lo que propone son medidas de izquierda pura: defensa de la educación pública, sanidad pública y servicios sociales públicos, laicidad del Estado, reforma federal del Estado (al igual que los otros dos candidatos) y transparencia y participación en los órganos políticos, prohibiendo la acumulación de cargos orgánicos. Me parece una persona muy educada, culta, sencilla y con aire de profesor universitario, que es lo que es. Me atrevería a decir que a pesar de ser el de mayor edad es el más joven de espíritu de los tres.

En contra. Es el único que ha dicho abiertamente que no se presentará a las primarias lo cual crearía un tema de bicefalia, pero lo hace porque defiende que no hay que acumular cargos y se debe separar el partido del grupo parlamentario o gobierno. En definitiva, se postula como guardián de las esencias del partido. Es lo único que no me gusta de este candidato pero entiendo su coherencia en la postura. Bien es cierto, que lo que ahora se elige es al jefe del partido, no al posible gobernante.

El hecho de que se estén tirando los trastos uno a otro, tanto los partidarios de Sánchez como los partidarios de Madina, puede hacer que me decante hacia el tercero, por su carácter mesurado y tranquilo. No aprendemos en este tipo de confrontaciones y siempre tenemos inquina de unos contra otros, a pesar de pertenecer al mismo partido. Siempre estamos que si Fulano es tal y si Mengano es cual, y no nos damos cuenta que mientras esto ocurre la derecha se refocila y regocija en el barro viendo como nos despellejamos. 

Lo que tenemos que hacer es ir a votar todos los militantes el domingo, a las sedes y casas del pueblo, en un ejercicio de civismo, participación y apertura a la ciudadanía, que debe prolongarse con las primarias abiertas a simpatizantes para l a candidato a presidencia del gobierno en noviembre. Y el lunes, todos a uno con el que salga elegido secretario general. Vamos todos en el mismo barco. No lo olvidemos. 

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