Roy Batty

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jueves, 30 de abril de 2015

La insoportable levedad de Monedero

La dimisión hoy por sorpresa de Juan Carlos Monedero de todos los cargos de la dirección de Podemos, revela claramente algo que ya se iba fraguando en esa formación y no es otra cosa que la ebullición de las discrepancias internas que se venían produciendo en el seno podemita de un tiempo a esta parte. Cuando hoy Monedero ha dicho en una radio que "yo soy más de Galeano que de Juego de Tronos", se barruntaba la tragedia porque eso ha sido un misil o un torpedo directamente a Pablo Iglesias. La evolución distante que han seguido el movimiento Podemos y Monedero a lo largo de estos meses finalmente ha desembocado en la dimisión del ideólogo del movimiento. Fractura entre dos visiones distintas del poder.


A Monedero se le apartó de actos públicos, se le envió a la nevera, a raíz de su polémica declaración complementaria-pseudofactura de 425.000 € por un asesoramiento poco claro a Venezuela y demás países por el supuesto establecimiento de una moneda única. Aquí la dirección tuvo que disimular su apoyo a Monedero aunque era evidente que querían alejarse de él como la peste. De ahí que prácticamente no se le viera en campaña. 

Monedero es un tipo bastante radical en sus planteamientos y eso choca con la deriva de Pablo Iglesias cuando ve que el poder está cerca. Primero éramos revolucionarios comunistas, después somos transversales a los que nos da igual que nos vote gente de izquierda o de derechas, y ahora ya somos socialdemócratas, al estilo del denostado y casta PSOE. Esta evolución perfectamente retransmitida a lo largo de estos últimos meses, es evidente que ha hecho mella en la moral de un hombre que piensa que Podemos está derivando hacia lo que ellos criticaron desde un inicio, está derivando hacia comportamientos de la casta, de los partidos políticos tradicionales.

Es evidente que Monedero suponía un grano en el culo en la estrategia de Podemos para asaltar la Moncloa. Si querían llegar al gobierno, Monedero es un lastre, una pesada rémora que dificulta el objetivo principal, porque cada vez que salía en un medio o hablaba en un mitin, subía el pan. El líder supremo Iglesias iba evolucionando hacia posiciones moderadas, centradas y trataba de no meter la pata. Trataba de adaptarse a las circunstancias para conseguir el fin. Para ello, lo primero que hicieron estratégicamente fue no presentarse a las municipales y así no evitaban la inclusión de algún friki, de algún tránsfuga ex-casta que les pudiera joder el tinglao a pocos meses de las elecciones generales.

Es evidente que ha habido un brutal choque de egos, del que ha salido malparado Monedero. Es evidente, que había y hay grandes discrepancias en Podemos, porque es un movimiento surgido cada uno de su padre y de su madre, y cuando pensaban que eran vírgenes y meaban colonia, se han dao cuenta en Podemos ocurre lo que ocurre en los partidos de la casta. Todo eso está muy bien, pero lo que tenía que haber hecho Monedero es dar explicaciones en directo, en rueda de prensa, y no dimitir por vía Twitter, anunciándolo su "amigo" Pablo en una rueda de prensa sin dar muchas explicaciones. Dice Iglesias que Juan Carlos no era un hombre de partido, es un intelectual que necesitaba volar. Se le quedaba estrecha su relación con el partido. Después de decir esto, Iglesias se ha ido corriendo y huyendo por la escalera de incendios. La modestia no ha sido nunca una característica esencial del movimiento podemita.

Iglesias con tal de lograr el poder está dispuesto a dejarse jirones en el camino y de ahí el jirón de Monedero.



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