que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Recreo y malparafraseo este soneto de Lope de Vega para describir la petulancia de un tipo narcisista y ególatra a más no poder, ya descrito anteriormente por mí como el nuevo Narciso, y que atiende por el nombre de Pablo Iglesias, el malo. Dicho individuo está inmerso en una campaña de desprestigio hacia los socialistas y su candidato, al cual desprecia, ataca y ningunea, porque cree haber salido airoso de un debate a cuatro y ya se cree sentado en el despacho de La Moncloa. No he visto nunca a un tipo tan arrogante como este, la verdad.
Cuando veo estas cosas tengo que estallar. Las campañas electorales ya las veo como mero espectador. No obstante, no puedo evitar saltar ante tamaño atropello. Mas que nada porque a mi este tipo no me da lecciones de nada y yo como militante de base socialista no me representa por mucho que se arrogue o trate de obtener votos socialistas. Este tipo es un oportunista, un aprovechado, que no tiene ideología. Este ataque virulento y despreciativo al PSOE, no le va a salir gratuito al Coletas. Se le va a volver en contra como un boomerang porque a los militantes, simpatizantes y votantes que estábamos dormidos, nos basta un ataque al partido como éste para despertar y salir en defensa de nuestro candidato y de nuestro partido. Pero, ¿quién se ha creído que es este iluminado mesiánico?
Resulta que un tipo que ha sido eurodiputado y cobraba entre pitos y flautas, más de 13.000 euros brutos al mes por mucho que lo disfrace de que cobra solo tres salarios mínimos (el resto lo cedía generosamente a su productora de televisión para mayor engorde de su ego), me va a dar a mi, lecciones de ética y de democracia. Un tipo que ha trabajado para el gobierno corrupto bolivariano de Venezuela (alguno que otro se le olvidó declarar lo que ganaba), que dice que en Cataluña hay que hacer un referendum para decidir si se va o no de España, que dice que en Andalucía ya se hizo otro en 1977? para la nación andaluza? (y eso que es politólogo), y que abre la puerta para que llamen los siguientes en independizarse, (País Vasco,...), me va a decir a mi que la unidad de España está asegurada. Un tipo que dice que no existe izquierda y derecha, sino arriba y abajo, me produce sarpullidos.
Un tipo que insulta a Felipe González llamándole decrépito y se olvida que gracias a la política de becas y ayudas al estudio para hijos de obreros durante su mandato pudo estudiar en una universidad pública, me produce repugnancia y asco. Él, que presume de politólogo, ha podido estudiar con medios para ahora insultar a quién hizo posible la educación pública y universal. ¡Te paece a tí el sinaco! Por si no tuviéramos bastante ya con los sinacos de la derecha, Rajoy y Rivera, ahora se nos aparece Don Narciso. ¡Te paece a ti!
El diccionario de la Real Academia de la Lengua es rico y vasto en léxico y sinonimia. Y lo que no es diccionario, también. Veamos: Altanero, altivo, arrogante, bacín, bocarán, burraco, charlatán, chuleta, chulo, creído, demagogo, desdeñoso, despectivo, egocéntrico, ególatra, engreído, envanecido, envarado, fanfarrón, fatuo, gallito, inmodesto, insolente, lechuguino, narcisista, necio, orgulloso, petimetre, petulante, presumido, presuntuoso, pretencioso, sinaco, soberbio, vanidoso.
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