Reza un dicho popular que a cada cerdo, le llega su San Martín. Y es cierto. Hoy hay que ver las caras de Cospedal y Aguirre, para alegrarse del varapalo que se han llevado por causar tanto sufrimiento y tanto daño. Tanto desprecio a los que menos tienen no podía tener recompensa. Ahora toca recomponer tanto daño causado y gobernar con políticas de izquierda, de progresismo, de igualdad, justicia y solidaridad. Esta gente arrogante, con falta de humildad merece irse. Cospedal ha tomado su propia medicina. Hizo la ley y ha caído en la trampa. Que se vaya de esta región ya. Que no vuelva nunca más. Hoy ver la televisión de Castilla La Mancha era antológico. Estaban con las orejas amagás porque no sabían cómo reflejar o disfrazar el fracaso de Cospedal.
Hablando con Rafael Perezagua decía que cuatro años martilleando a Emiliano García-Page en la televisión regional, día tras día, era terrible. Y con todos los insultos, injurias, desmanes que han propagado en la televisión manchega todos los días durante cuatro años, no han conseguido su objetivo porque no van a gobernar ni en Toledo capital ni en la JCCM. En política hay que volver a la dignidad, a la humildad y a la decencia. Solo hay que ver en la foto la cara de Tizón, la cara de Soriano o la del gordunflo de Tirado. Este último ha hecho honor a su apellido.
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