Comienza hoy la 39ª edición del Campeonato de Europa de Baloncesto masculino, una edición en la que por primera vez la fase de grupos se disputa en 4 sedes de distintos países europeos, concretamente Montpellier, Berlín, Zagreb y Riga. La segunda fase de eliminatorias se disputará íntegramente en la ciudad francesa de Lille. Novedosa organización que suponemos tendrá continuidad en ediciones posteriores ante la falta de candidaturas únicas de países organizadores. Algo similar va a pasar en el fútbol a nivel europeo. Por segunda vez consecutiva, tampoco lo fue en Eslovenia 2013, la selección española no parte como la principal favorita al título. Ausencias destacadas hacen que la aspiración por el título sea un profundo sueño más que una clara realidad. Una vez que hemos visto los rosters que presentan las distintas selecciones hacemos un diseño de los grupos y cómo vemos los pronósticos.
Grupo A. Tiene su sede en la ciudad francesa de Montpellier y prácticamente se puede decir que Francia actuará como anfitriona del campeonato porque no se va a mover de su país. Es un grupo muy descompensado puesto que Francia sobresale claramente del resto. Los franceses acuden con casi todo, vuelve Tony Parker tras su descanso del Mundial, pero también están los incombustibles Diaw, Batum, Pietrus, De Colo, etc. Se echa en falta para completar el equipazo a gente como Ajinça, Noah o Seraphin. De todas formas, Francia se paseará militarmente como primera de grupo con cinco victorias en esta primera fase y para mí es la gran favorita al título, a repetir título pues no olvidemos que es la actual campeona de Europa.
Por lo demás, el interés estará en ver qué otras tres selecciones se clasifican para octavos. En principio la pelea estará entre Polonia, Rusia y Bosnia. Las dos primeras se han renovado muy mucho y veremos cómo responden. Polonia acude con Marcin Gortat como su principal referente y Rusia, tras los problemas habidos, acude sin Kirilenko, Khryapa o Shved y tendrá serias dificultades. Bosnia la dirige un viejo conocido, Dusko Ivanovic y en principio debería ser la cuarta en discordia. No les doy muchas opciones a Finlandia e Israel, que en principio las considero las cenicientas del grupo si bien los israelitas podrían hacer algo en función de cómo estén Casspi y Eliyahu.
Grupo B. Tiene su sede en Berlín y es el llamado grupo de la muerte. No sé cómo la FIBA hace los sorteos, pero la descompensación entre unos y otros es tremenda. En este grupo hay claramente 5 selecciones que optan a estar entre las cuatro primeras clasificadas para la segunda fase. Empiezo por España. Ha vuelto Sergio Scariolo a hacerse cargo del grupo tras el fiasco mundialista, como si no hubiera más entrenadores en el mundo y menos en España. El plantel está muy cojo, aunque acuden Pau Gasol y Nikola Mirotic, que deben ser los que tiren claramente del carro. Van a tener corte. Se notarán muy mucho las ausencias de Navarro, Calderón, Ricky, Ibaka o Marc Gasol. Son ausencias muy significativas y los repuestos son muy bisoños, aunque necesitan fogarse como recambio de futuro. Hernangómez, Vives, Ribas y Aguilar tratarán de dar lo máximo. No tengo mucha fe en el grupo. Ojalá me equivoque.
Para empezar nos toca debutar con Serbia, la actual subcampeona del mundo, y un grupo que el viejo zorro de Djordjevic lleva modelando varios años desde que se hizo cargo de la selección. Gente como Teodosic, Bjelica, Bogdanovic, Nedovic, Kuzmic,... son gente muy competitiva y no será fácil derrotarles. Seguimos y nos encontramos a Alemania, unos teutones renacidos con la vuelta de Dirk Nowitzki a sus 37 años. Y además juegan en casa. Es un equipo nuevo en el que está también el NBA de los Hawks, Schröder y van a vender su piel muy cara. Será difícil ganarles. Como lo será también ganar a la gran Italia que acude con todo a esta cita, con todos sus NBA, Belinelli, Bagnani y Gallinari, a los que añadimos gente como Datome o Gentile. Ahí es nada. Y para completar el elenco, añadimos a Turquía, que en principio le doy menos opciones que a las demás, pero que tampoco hay que desdeñar porque acuden con Ilyasova y Erden, si bien les falta gente como Asik, Turkoglu o Preldzic. La cenicienta del grupo es Islandia que bastante hace con haberse clasificado a una fase final de un europeo. Su buque insignia es Jon Stefansson, jugador del Unicaja y hermano del mítico balonmanista Olafur. Como ya digo, el B es un grupo de la muerte, muy competitivo.
Grupo C. Tiene su sede en Zagreb y tal vez por eso parte como favorita la anfitriona Croacia, donde ha conseguido formar un grupo sólido con gente como Tomic, Bogdanovic, Draper, Ukic, Rudez y sobre todo el gran Mario Hezonja. Lo que ha crecido este chico hasta tal punto que se va del Barça a la NBA. Dirige el cotarro otro viejo conocido de la afición española, Velimir Perasovic, actual entrenador del Laboral Kutxa, para que luego digan que los seleccionadores tienen que tener exclusividad. No se lo va a poner fácil la Grecia de Fotis Katsikaris, otro viejo conocido de España. Acude con Vassilis Spanoulis, vuelve el hijo pródigo y junto a él los habituales Bouroussis, Calathes, Zisis, Papanikolau, Perperoglou y la sensación de Antetokounmpo. Sólo faltaría Baby Doc, Schortsanitis para juntar una grecia temible. Aún así creo que van a llegar lejos en el Europeo.
Completan el grupo una devaluada, a mi entender, Eslovenia, puesto que no acude Goran Dragic ni los hermanos Lorbek y su principal baza es Zoran Dragic. Entiendo que pueden ocupar la tercera plaza del grupo. Por detrás, veo una lucha cerrada por la cuarta plaza entre Georgia y Macedonia, si bien me decanto por los georgianos porque acuden con toda la artillería ya conocida. Gente como Pachulia, Shengelia, Sanikidze, Shermadini y Pullen los veo superiores a los macedonios que van a acusar claramente las ausencias de sus dos grandes buques insignias de los últimos años como han sido Bo McCaleb y Pero Antic. La sexta plaza del grupo se la asigno a los Países Bajos que no acudían a una cita europea desde el año 89. El zaragozista Henk Norel es su principal referencia.
Grupo D. Tiene su sede en Riga y parece que lo hubieran diseñado los países del Báltico puesto que están presentes en él las tres repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania. Claramente Lituania, a pesar de las ausencias es superior al resto. Tienen ausencias significativas los lituanos como los hermanos Lavrinovic, Kleiza, Simas Jasaitis o Motiejunas. Pero aún así harán valer su oficio, su experiencia, su competitividad en todo tipo de competiciones baloncestísticas con el plantel que llevan en el que destaca sobremanera la presencia de Jonas Valanciunas, al que se añaden gente como Kalnietis, Maciulis, Kuzminskas y un futurible llamado Domantas y apellidado Sabonis, hijo del mítico Arvydas. Van haciendo escuela. No olvidemos que en Lituania el deporte nacional es el baloncesto. En principio, Lituania no debería tener problemas para la primera plaza del grupo. Podría darles un pequeño susto la República Checa de Satoransky y Vesely. El resto a repartir las dos plazas restantes entre Bélgica, Ucrania, Letonia y Estonia. Yo le doy opciones a las dos primeras sin descartar a Letonia como cuarta de grupo. Bélgica acude con lo mejor que tiene, Tabu, Van Rossom o Hervelle, todos conocidos de la afición española.
Este es mi análisis a bote pronto del Eurobasket que se nos presenta. Veo claramente un favorito que es Francia. Y el resto saldrá de los emparejamientos que tengan lugar, sobre todo del grupo de la muerte, y visto lo visto, Grecia, Croacia y Lituania pueden tener un camino relativamente fácil hasta cuartos o semifinales. Habrá que ver España, Serbia, Alemania o Italia como salen colocadas de los enfrentamientos. No es lo mismo enfrentarse en primera fase a equipos como Holanda, Macedonia, Georgia, Letonia, Estonia o Bélgica que enfrentarse a Alemania, Italia, Serbia o Turquía. No valen las lamentaciones, si uno quiere ser campeón ha de ganar a todos, llámense como se llamen.
Una última reflexión. Me parece absurdo y lamentable la terquedad de la norma de la FEB que consiste en elegir un seleccionador que no entrene ningún equipo de la ACB. En España hay valiosísimos entrenadores que pueden compatibilizar perfectamente la dirección técnica de un club con la selección nacional. Gente como Óscar Quintana, Pedro Martínez, Txus Vidorreta, Luis Casimiro, Pepu Hernández o Javier Imbroda, gente que ya han sido seleccionadores incluso y que ahora no entrenan a ningún equipo, y que perfectamente pueden hacerse cargo del combinado nacional. Ahí están los ejemplos de Paco Olmos o Sergio Valdeolmillos dirigiendo otros seleccionados. No entiendo esta terquería de la federación. Parece que no hay más seleccionadores en el mundo que Sergio Scariolo, hombre al que estimamos, cuando tenemos materia prima y muy buena en casa. Es cuestión de querer. Ahí lo dejo.
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