Roy Batty

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martes, 1 de septiembre de 2015

Culebrón De Gea: el ridículo más espantoso

Esto de cerrar el mercado de fichajes de verano de fútbol el último día de agosto, cuando ya muchos países han iniciado sus ligas, da lugar a situaciones esperpénticas, ridículas o estrambóticas como la vivida anoche con De Gea. El caso de David De Gea, portero del Manchester United, ha sido el culebrón del verano futbolístico de este año. Que sí, que no, que sí, que no, que sí y al final que no por unos papeles que no llegan a tiempo. La LFP recibió el papeleo a las 00:28 h del día 1 de septiembre. Esto parece una película de Berlanga pero no, es real. Esto es una tomadura de pelo en toda regla a la afición del Real Madrid y de la que Florentino Pérez saldrá indemne como siempre. Tiene la rara habilidad el susodicho de meterse en todos los charcos sin mojarse. Ya le pasó con el infumable trato a Casillas en su despedida. Y nadie le reprocha nada. Es increíble. ¿Cómo es posible que esperen hasta el último minuto del plazo para hacer efectivo el traspaso?



¿Es que no han tenido tiempo en todo el verano para comprarlo que tienen que esperar hasta el último minuto del último día para enviar la documentación? Esto solo pasa en este país. España es el país de charanga y pandereta que decía Machado al ver estas situaciones. Los sesudos analistas y representantes del Madrid y del Manchester agotan todos los plazos y dejan todo hasta el último minuto. Dejar todo para el último minuto es propio de este país y claro, pasa lo que pasa. Es una chapuza en toda regla, una de Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, una aventura de Anacleto, agente secreto. Yo creo que el Madrid ha recurrido echando la culpa a Jacinto, el encargado del fax de la LFP, al que acusan de no estar pendiente del aparato porque no tenía papel, tóner, tinta o estaba desenchufado o estaba saturado a las 23:59 h echando humo por el fichaje de Joaquín por el Betis.

¿Cómo puede ser que a estas alturas del siglo XXI, el siglo de las nuevas tecnologías, todavía hablemos del fax como el instrumento válido para la inscripción de los fichajes? ¿Tan poco hemos avanzado desde la prehistoria?

Cualquiera que vea esta surrealista situación es para echarse a temblar en manos de qué dirigentes están los clubes. Ya de por sí considero muy poco serio el hecho de adulterar la competición permitiendo que se fiche hasta el 31 de agosto cuando todo el mundo ha empezado ya las competiciones. El mercado de fichajes para una temporada debería terminar el 31 de julio. A partir de esa fecha los equipos ya tienen confeccionadas sus plantillas y ya sabemos con lo que cada uno cuenta. No parece muy serio que el último día haya un cambio de cromos tan estrambótico como que un jugador que era insustituible en un equipo cambie de equipo, de golpe y porrazo y sin esperarlo, porque a un cerebro calenturiento se le haya ocurrido venderlo sin preveer nada o sin contar con el entrenador. Me parece una auténtica tomadura de pelo y muy poco serio todos estos fichajes de última hora como si no hubieran tenido tiempo en la vida para confeccionar sus plantillas y hubiera que recurrir a última hora o último minuto a fichar. Da idea de la poca inteligencia deportiva de determinados dirigentes. Es muy poco serio. Y hablan de millones como si fuera calderilla y a algunos les sobrase.

Un equipo como el Real Madrid hace el ridículo más espantoso en la contratación de un portero del que se estaba hablando todo el verano. Nadie va a dar la cara. El presidente del Real Madrid es un felón, un señor que vive de la imagen pero es cobarde, da la cara muy poco, como ya ocurrió con el teatro de Casillas. El señor Pérez nunca asume la responsabilidad, nunca pasa nada. Ahora que le pregunten al jugador que estaba deseando venir, a ver qué hace, o renueva con el Manchester o no juega y adiós Eurocopa. El papelón es cicato.

¡Cómo habrá sido de gorda la cacicada, que hasta el As y el Marca, periódicos poco sospechosos de barcelonistas, titulan hoy en grandes titulares, "Florentinada" y "Ridículo"!

¡Qué espectáculo más bochornoso!

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