Hay noticias tristísimas que uno nunca quisiera comentar ni oír. El fallecimiento de Kobe Bryant como consecuencia de un accidente de helicóptero ha sacudido las portadas de los informativos de todo el mundo. Kobe era una leyenda de la NBA, al nivel de los clásicos históricos Bill Russell, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul Jabbar, Magic Johnson, Larry Bird o Michael Jordan. Es una gran pérdida para el baloncesto de la NBA. El número 24 de los Lakers era un icono del baloncesto del siglo XXI.
Bryant ganó 5 anillos de la NBA con Phil Jackson todos ellos como entrenador y todos ellos ya en el siglo XXI. Probablemente haya sido el mejor jugador de baloncesto en lo que llevamos de siglo. Irrumpió después de la retirada del Dios Michael Jordan casi para coger su trono y compartió cancha con dioses menores de la talla de Shaquille O'Neal, Tim Duncan, Kevin Garnett o el más reciente LeBron James (el actual rey de los Lakers). La franquicia angelina ha tenido grandes mitos en su historia. Kobe era uno de ellos.
Ganó además dos oros olímpicos en Pekín 2008 y Londres 2012 derrotando ambas veces a la España de su compañero Pau Gasol, que hoy llora la pérdida de su "hermano mayor".
En definitiva se ha ido un mito del baloncesto de la historia. La NBA llora la pérdida de uno de sus hijos ilustres con solo 41 años y tres o cuatro años después de retirarse. Era aún joven.
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