Entramos ya en la semana decisiva de este Tour 2015 y hoy hemos asistido a la tercera victoria española en esta edición de la mano del alicantino del Lampre, Rubén Plaza. Ha sido una victoria bien trabajada con un ataque bien planificado en el ascenso al Col de Manse, en el que no han podido seguirle ninguno de los muchos compañeros de fuga que encabezaban la carrera. Por detrás, en la general todo sigue igual desde que Froome dejó la carrera vista para sentencia tras su triunfo en La Pierre de Saint Martin. Hacemos balance de lo que llevamos de carrera.
A destacar una vez más, y van no se cuántas ya en este Tour, la segunda plaza de la etapa de Peter Sagan. El eslovaco está teniendo una mala suerte continua. No consigue ganar etapas y mira que lo intenta, tanto en sprints como en fugas. Como no hay mal que por bien no venga, tanta combatividad y presencia en llegadas le va a hacer acreedor del maillot verde de la regularidad final en París. Pero eso no obsta a que lo siga intentando. Es digno de elogio el esfuerzo y el espectáculo que está dando este ciclista.
Creo que Froome está controlando todo sin ponerse nervioso. Además es que sus contrincantes tampoco es que le ataquen fuertemente. Algún pellizco de monja de Contador, Quintana o Valverde y poco más. El británico ni se inmuta. No se pone nervioso. Sabe que los va a coger. Van a ir cayendo como fruta madura, por eliminación, por resistencia. No se alza del sillín, sentado siempre coge su marcheta, su ritmo, su "marcha martillo" como yo le digo, y los alcanza con facilidad o les demarra con facilidad. Entiendo que los rivales no pueden con Froome, son más débiles, son inferiores al británico. Y digo esto porque todo el mundo sabe como corre el británico. No es un ciclista de ataque seco y a distancia. Al contrario. Le llevan en palmito a base de puerto y allí cuando él estima conveniente impone su marcheta y nadie le puede seguir. Es un corredor previsible y lo que a mí me cabrea es cómo no haya nadie entre todos sus rivales o entre los sesudos analistas que no sean capaces de romper la carrera desde lejos, desarmarle de equipo y arriesgar para ganar.
Yo a veces me quedo estupefacto, ya lo he dicho alguna otra vez, por el conservadurismo con el que se corre hoy en día. Ya no hay ningún Chiapucci, Pantani o Virenque de turno que den guerra desde el principio y a distancia y no en el último puerto como ahora se hace.
A destacar también en lo que llevamos de Tour lo grande que es Joaquim Rodríguez, ganador de 2 etapas, en el Muro de Huy y en Plateau de Beille. Intentó la general pero vio que era imposible y perdía mucho tiempo y basó su estrategia en ganar etapas. A ver si consigue llevarse el maillot de la montaña.
Es curioso. Las 3 victorias españolas de este Tour han sido conseguidas por 2 ciclistas de 35 años. El ciclismo español está envejecido. ¿Dónde está el relevo generacional en el ciclismo español? No se vislumbra ni se atisba. Cuando estos campeones se retiren que será más pronto que tarde porque la edad no perdona, ¿quiénes les cogerán el testigo? Una pena.
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