Roy Batty

Roy Batty
Roy Batty

domingo, 16 de julio de 2017

Tenis 2017

Usualmente no suelo realizar entradas de tenis, si bien es un deporte que me gusta seguir. Ayer, Garbiñe Muguruza ganó el Grand Slam de Wimbledon, el Torneo por excelencia de hierba más importante del mundo. Es el segundo Grand Slam que conquista esta excelente tenista hispanovenezolana de piernas interminables y juego batallador. Buen futuro se augura para esta tenista de tan solo 23 años y que está llamada a convertirse en la mejor tenista española de la historia a poco que se lo proponga en un circuito, el femenino, carente de una reina absoluta de la raqueta.


El tenis de este año de 2017 está teniendo grata repercusión en nuestro país. Si al gran triunfo de Garbiñe ya mencionado añadimos el 10º trofeo de Roland Garros conquistado por Rafael Nadal el pasado mes de junio (que los colecciona como churros y parece que no le damos importancia), estamos ante un poderío bastante significativo de nuestro país tanto en categoría masculina como femenina, en un deporte que tradicionalmente nos ha sido esquivo hasta llegar a finales de los años ochenta y principios de los noventa donde aparece una extraordinaria generación de tenistas que empiezan a conquistar Grand Slams del circuito ATP o WTA. Los Bruguera, Berasategui, Ferrero, Corretja y Moyá o las Arantxa Sánchez-Vicario y Conchita Martínez son el antecedente más directo o el espejo de los actuales Rafa Nadal y Garbiñe Muguruza.

Yo soy hijo de los ochenta y como tal me crié viendo jugar a los Lendl, McEnroe, Connors, Wilander, Becker, Edberg y a las Navratilova o Graf. Sentí admiración por un tenista anterior a ellos llamado Björn Borg apodado Iceborg, el hombre de hielo. Era de corta edad cuando este sueco ganaba y arrasaba en Roland Garros y Wimbledon y de golpe y porrazo a inicios de los ochenta decidió retirarse con tan solo 26 años y 11 Grand Slams en su palmarés (6 Roland Garros y 5 Wimbledon). De haber seguido podía haber ganado todo lo que hubiera querido.

Los tenistas actuales son más longevos y el tenis masculino se suele concentrar en cuatro o cinco tenistas que se reparten los Grand Slams por excelencia: Djokovic, Murray, Nadal y Federer. Éste último juega hoy su undécima final de Wimbledon camino de su octavo título en hierba y 19º en total. Es el tenista más laureado de la historia, que se dice pronto, y cual precisión de relojero suizo, sin hacer ruido, probablemente sea considerado el mejor tenista de la historia. Aunque estas etiquetas de mejor o peor sean subjetivas dependiendo del cristal con que se miren, es obvio que los títulos hablan por sí solos, y en el caso del suizo no le queda nada por ganar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario