Ayer fallecía en Las Vegas un icono del cine cómico, Jerry Lewis, el último payaso de Hollywood, el último bufón de la comedia americana clásica de finales de los cincuenta y primeros sesenta. Sus gags y situaciones disparatadas le convirtieron en uno de los mejores actores cómicos del cine sonoro comparándoles con genios del cine mudo como Buster Keaton o el mismo Chaplin. Algunos han osado comparar a Jim Carrey con él, pero aquél no le llega ni a la suela de los zapatos.
En los diez años que van del 55 al 65, Jerry Lewis desarrolló su parte principal de su filmografía. Primero formó pareja artística con Dean Martin en espectáculos televisivos y en cine y juntos hicieron varias comedias de éxito (Artistas y modelos, Loco por Anita).
Posteriormente se separaron y Lewis hizo películas en solitario para la Paramount dirigidas por él mismo o por Frank Tashlin. Dicen que Lewis fue la mayor fuente de divisas de la productora de la montaña porque sus películas fueron un gran éxito de recaudación. Así llegaron grandes éxitos como El Botones, El Ceniciento, Caso clínico en la clínica, Lío en los grandes almacenes, El terror de las chicas o El profesor chiflado.
Fue precisamente esa película, The Nutty Professor (1963), la que fue considerada por la crítica francesa como su mejor película. Sin embargo, los críticos de otros países comenzaron a opinar que Lewis estaba cayendo en el error de considerarse a sí mismo infalible en sus actuaciones. Tal vez coincidió que el público ya estaba algo cansado de los gags de Lewis, que últimamente eran exagerados y se repetían de una u otra forma. La buena estrella del actor comenzó a declinar, y sus películas ya no tuvieron el éxito acostumbrado en taquilla.
A mi padre le encantaba este actor. Siempre decía: echan una película de Gerry Levis. Y de ahí nació mi afición por este actor. Recuerdo ver alguna Primera Sesión los sábados por la tarde con la desternillante Lío en los grandes almacenes o Caso clínico en la clínica. Sirva este recuerdo de homenaje a ambos.
A mi padre le encantaba este actor. Siempre decía: echan una película de Gerry Levis. Y de ahí nació mi afición por este actor. Recuerdo ver alguna Primera Sesión los sábados por la tarde con la desternillante Lío en los grandes almacenes o Caso clínico en la clínica. Sirva este recuerdo de homenaje a ambos.
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