La abuela Angelita era experta en dichos (la puta nava) y cuando uno se portaba mal, o no le hacía caso, o no hacía lo que le decían, ella le advertía: ¡Mal te quieres! Y a partir de ahí raro era si no te llevabas algún alpargatazo, algún pescozón o algún palo bien dao. Bueno, pues eso mismo digo yo con el rumbo errático que está tomando la Real Sociedad en Liga y que lo achaco principalmente al estilo poco definido del míster, señor David Moyes, que va dando tumbos, dejando en casa lo que se gana fuera. Un equipo flojucho, poco consistente y facilón. Mal vamos. Mal nos queremos.
Desde que el escocés se hizo cargo del banquillo de Anoeta, hace casi un año, la Real tampoco es que haya brillado con especial fulgor ni se haya notado un estilo de juego definido. No es que tenga malos jugadores. Son buenos pero hay que combinarlos y enmarcarlos en una táctica y en un estilo definido, cosa que no veo por ningún sitio.
Estamos actuando en esta Liga como un diligente padre de familia, dejando en casa lo que obtenemos fuera. No hemos ganado ningún partido en casa en lo que va de Liga. Anoche el Celta se llevó los tres puntos en el último minuto, después de adelantarse la Real por dos veces seguidas y terminar perdiendo 2-3.
Somos blandengues en defensa, falta contundencia defensiva, y en ataque falta rematar la faena y crear más ocasiones. No hacemos pupita. Y no es que no haya pólvora. Al contrario. Las adquisiciones de Jonathas o Bruma son para hacer gol. Y resulta que ambos no parten de inicio y nos encomendamos a Agirretxe y Vela. El mexicano ya no es el de antes y parece que está pensando más en irse que en quedarse.
Tampoco entiendo esa manía por meter jugadores defensivos en medio campo. Me refiero en la obsesión por meter desde inicio a Bergara, teniendo talento que exhibir como Canales o Rubén Pardo. No se consigue dar con la tecla a pesar de las distintas variaciones y permutas.
No sé que es lo que sucede pero pienso que no hay que irse a Escocia para traer a un entrenador de un supuesto prestigio que no conoce nada de la filosofía que impregna la cantera de Zubieta. Hay que quedarse más cerca y darle la oportunidad a gente de la casa, que conozca la entidad y la entienda y se identifique con ella. ¿Es que no hay nadie que tenga ese perfil? ¿Tan difícil es acertar con el entrenador adecuado? No lo creo.
Lo dicho. ¡Mal te quieres, Moyes!
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