El rapto de Perséfone

Cuenta la leyenda que Perséfone era hija de Zeus y Deméter, la diosa de la agricultura, y fue secuestrada por Hades para reinar en el inframundo. Deméter, desolada por la falta de su hija, se resiste a continuar sus labores sin recuperarla. Pero Perséfone ha comido la granada que la vinculará por siempre al infierno, por lo que Zeus establece un acuerdo: Perséfone pasará la mitad del año en la tierra junto a su madre, y el resto del tiempo en el reino tenebroso. Esto explica el ciclo de la naturaleza; cuando Perséfone no está en la tierra, Deméter se seca, pero a su regreso todo reverdece.

Perséfone era una mujer bella y recibía la constante visita de hombres y dioses que pedían su mano. En general era Perséfone quien los rechazaba, pero eventualmente también lo hacía su madre, temiendo que alguno pudiera hacerle daño.

Hades, hermano de Zeus y dios del inframundo, le pedía constantemente a Zeus que lo ayudara a seducir a Perséfone, cautivado como estaba por su belleza y candidez. Zeus acabó por ceder y dejó a Perséfone sin protección durante unas horas. Cuenta el mito que Perséfone estaba en un campo recogiendo flores despreocupada y rodeada de algunas ninfas cuando de pronto Hades emergió de una grieta del suelo, arrastró a la doncella y la grieta la engulló cerrándose de inmediato. Hades se la llevó consigo a los infiernos y Perséfone acabó convertida en la diosa del inframundo. La vida quedó paralizada mientras la desconsolada Deméter buscaba a su hija por todas partes.

Las plantas y los árboles comenzaron a secarse, las hojas caían del suelo, las flores se marchitaban y los campos de cultivo tenían aspecto desolado. La tristeza de Deméter inundó el paisaje; poco faltaba para que el alimento empezara a escasear y todo lo vivo parecía desmoronarse.

Finalmente, Zeus no pudo tolerar que continuara la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone, mandando al heraldo Hermes a rescatarla.

Pero Hades puso una condición para liberarla: que no probase bocado en todo el trayecto. Sin embargo, a fuerza de engaños logró que Perséfone comiese una granada, lo que la obligaría a volver al inframundo. Finalmente, Hades y Zeus llegaron a un acuerdo: Perséfone pasaría seis meses en la tierra y seis meses en el inframundo. Así, cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía. Pero durante los seis meses restantes, la tierra se convertía en un erial estéril. La alternancia de la Naturaleza estaba así explicada.

Grandes historias de la mitología.