Arranca este fin de semana, repleto de acontecimientos deportivos, la 85ª edición de la Liga Nacional de Fútbol Profesional en España. Pocas, poquísimas novedades respecto a la temporada pasada. Los equipos no están boyantes económicamente. Tampoco creo que les haga mucha falta refuerzos porque el dominio del fútbol español, a nivel de clubes, es apabullante en Europa, donde todas las competiciones UEFA (Champions, Europa League o Supercopa) han sido ganadas por clubes españoles, F.C. Barcelona y Sevilla F.C.
Es curioso ver cómo mientras año tras año, la Premier League inglesa rompe el mercado con grandes fichajes y traspasos entre sus equipos, sin embargo no son capaces de lograr un nivel competitivo de primer orden cuando salen fuera de sus fronteras. Es innegable la calidad de la Liga Inglesa, probablemente la mejor competición nacional de clubes del continente, y por ende del mundo. Hay una rivalidad clara desde el principio entre cinco o seis equipos a priori y la calidad de las plantillas es excepcional. Los equipos premier parecen las naciones unidas con la diversidad de jugadores de los cinco continentes que albergan, lo mejor de cada casa. Tienen la rémora de no poder demostrar esa calidad cuando salen fuera de las islas británicas.
Como siempre como punta de lanza, Barcelona y Real Madrid. Éste último, tras un año en blanco, obligado a caras nuevas y nuevo técnico, Rafa Benítez, un hombre de la casa, creo que más extranjero que español, tras su periplo en Inglaterra o Italia, y que ya veremos si es capaz de implantar su ajustado sistema táctico a las veleidades de determinados divos, llámense Bale o Cristiano Ronaldo. Esta será una de las cuestiones a analizar y a seguir. Flojas incorporaciones las del equipo blanco con Casilla, Danilo o Kovacic. Demasiado culebrón por De Gea y fatal e imperdonable despedida de un mito como Iker Casillas. Demasiados cambios en tan poco tiempo. Veremos.
En la casa azulgrana, remanso de paz, tras el triplete logrado en 2015. Elecciones nuevas con Bartomeu reelegido lo que asegura continuidad y primer título con la Supercopa de Europa. Primer pinchazo con la pérdida de la Supercopa de España ante el Athletic de Bilbao, merced a un partido de ida desastroso en San Mamés. Tienen que mejorar mucho en defensa y no es de ahora ese problema. Luis Enrique lo sabe y no dan con la tecla exacta. Como no pueden fichar por sanción hasta enero, las incorporaciones de Arda Turan y Aleix Vidal han de esperar. Buenos refuerzos para el mediocampo.
Tal vez el equipo que más se ha reforzado haya sido el tercero en discordia, el Atlético de Madrid, con la llegada de Vietto, Jackson Martínez, Savic o la vuelta de Filipe Luis. No son grandes estrellas pero ayudan a mantener un club compacto, serio y difícil de batir.
Después vendrían Valencia y Sevilla, o Sevilla y Valencia. Los sevillanos pierden efectivos año tras año pero se refuerzan siempre bien. La culpa es de Monchi que acierta de lleno. Se van Bacca o Mbia. No pasa nada. Vienen Ciro Immobile, Konoplyanka o Kakuta.
Por contra, el Valencia parece que este año les va a costar más mantener el buen nivel de juego exhibido el año anterior. Se les va Otamendi, auténtico baluarte defensivo y es un hueco importante que deben suplir. Mantienen el mismo bloque y se han reforzado modestamente con Santi Mina, Bakkali, Barbosa o Ryan en la portería.
Más o menos en el mismo nivel se encontrarían Villarreal (algo mermado por bastantes ausencias), Athletic de Bilbao, Real Sociedad o Málaga ahí en la zona media de la tabla.
Y en cuanto al resto, pues a tratar de no pasar muchos apuros. Iremos viendo e informando.
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